Ciudad de México, 27 de noviembre de 2025.
El Senado de la República confirmó este jueves la designación de Ernestina Godoy Ramos como nueva titular de la Fiscalía General de la República (FGR), luego de la renuncia de Alejandro Gertz Manero. Con ello, Godoy se convierte en la primera mujer en dirigir la institución autónoma encargada de la investigación y persecución de delitos federales.
Trayectoria política y judicial
Godoy cuenta con una amplia carrera en el ámbito público: ha sido senadora, diputada local y federal, procuradora y fiscal general de justicia de la Ciudad de México, además de desempeñarse como consejera jurídica de la Presidencia en el inicio del gobierno de Claudia Sheinbaum.
Su perfil se distingue por el impulso a reformas en favor de las víctimas y la defensa de los derechos humanos, así como por su cercanía con el proyecto de la Cuarta Transformación.
Proceso de sucesión
La llegada de Godoy ocurre tras la votación en el Senado que aceptó la renuncia de Gertz Manero, cuya gestión estuvo marcada por controversias. En cumplimiento de la Ley Orgánica de la FGR, el relevo fue avalado por mayoría legislativa, destacando la necesidad de fortalecer la autonomía y credibilidad del organismo.
Retos inmediatos
Entre los principales desafíos que enfrentará la nueva fiscal se encuentran:
- Recuperar la confianza ciudadana en la FGR.
- Avanzar en investigaciones de alto impacto, como casos de corrupción y violencia organizada.
- Consolidar la coordinación con autoridades estatales y federales para mejorar la atención a víctimas y la eficacia en la persecución penal.
Reacciones políticas
La designación fue celebrada por legisladores de Morena y aliados, quienes destacaron el carácter histórico del nombramiento. En contraste, voces opositoras advirtieron que la cercanía de Godoy con la presidenta Claudia Sheinbaum podría comprometer la independencia de la Fiscalía.
Con la llegada de Ernestina Godoy, la Fiscalía General de la República inicia una nueva etapa marcada por el liderazgo femenino y la expectativa de un cambio profundo en la procuración de justicia. Su gestión será observada de cerca por la sociedad y la clase política, en un momento clave para la credibilidad institucional.